El Feminismo y La Biblia
Parte 1
Lo primero que se me ocurre, es que me estoy metiendo en un lío, las feministas y las no feministas sabrán comprenderme, no lo hago de comedido, lo hago porque creo que es un tema que los cristianos debemos poner sobre la mesa, y está muy claro que La Biblia tiene mucho que decirnos.
Les propongo entonces que analicemos el tema juntos a la luz de las escrituras. Como corresponde respetamos las opiniones de quienes no coincidan con ellas.
Me puse a indagar en el tema y mi primera conclusión fue confirmar que efectivamente me podría estar metiendo en un lio.
Lo primero que hice, como corresponde, es informarme en detalle acerca del tema, me reprocho el no haberlo hecho antes.
Encontré en diferentes lugares varias definiciones que describen al feminismo.
Una compilación de la filosofía del feminismo afirmaría lo siguiente: “el feminismo es un movimiento social y político que reclama para la mujer los mismos derechos que para el hombre en todos los ámbitos”
Pude comprobar que existen muchos tipos de feminismo, pero se destaca la unidad en la diversidad.
La primera ola del movimiento feminista suele vincularse con la primera convención formal sobre los Derechos de la Mujer que se celebró en 1848.
Algunos de los conceptos y propósitos relevantes de las corrientes del feminismo más importantes son:
-Reflexionar sobre la función de la mujer dentro del orden social.
-Luchar contra la explotación comercial y sexual de la misma.
-Abolición de la prostitución.
-Oposición a la subrogación gestacional.
-Reconocer la igualdad intelectual frente al hombre.
-Reconocer su capacidad de trabajo.
-Promover leyes de inclusión.
-Promover prácticas sociales de igualdad.
-Luchar contra la discriminación en todos los ámbitos.
Paradójicamente, dentro del movimiento feminista existen dos corrientes relacionadas con el aborto, una de ellas se pronuncia a favor y la otra en contra.
Sería injusto no reconocer que, desde sus inicios, estos movimientos han conseguido importantes cambios en el mundo.
Con su lucha se ha logrado el acceso de la mujer a la educación, al sufragio y la protección de algunos derechos que no estaban equiparados a los de los hombres.
Encontramos también movimientos feministas en otras culturas no cristianas.
Indagando en la historia de la humanidad, seríamos necios sino aceptáramos la evidente realidad: las diferentes culturas de todo el planeta, han sido a través de los tiempos absolutamente machistas, y la historia del pueblo judío primero y del pueblo cristiano primitivo luego, no escapan a este escenario.
Como un ignorante del tema y luego de indagar en la historia, se me ocurre pensar, y esto corre absolutamente por mi cuenta, que al igual que la gran mayoría de los mamíferos, probablemente por razones de envergadura y fuerza física, no intelectual, los hombres tomaron un lugar preponderante en la familia primitiva, lugar que aun hoy, algunos de ellos, parecerían pretender seguir ocupando, sin argumentos valederos.
No voy a ponerme en abogado del Dios de los cristianos porque mi Dios no necesita abogados, pero como cristiano me veo obligado a hacer algunas reflexiones.
Efectivamente en La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, encontramos las huellas claras de una cultura machista y patriarcal, llevada a su máxima exponencia en el Antiguo Testamento.
La mujer ocupaba en aquellos tiempos un lugar muy secundario, a tal punto de no figurar siquiera en las estadísticas.
En este punto, resulta importante tener claro que La Biblia no es un libro de historia y geografía, es un libro religioso, en ella vemos la relación de Dios con su pueblo, independientemente de su cultura.
El Antiguo Testamento nos relata la historia del pueblo judío cuyos hechos sucedieron miles de años atrás, el ámbito donde se movían y la organización social que los agrupaba era muy particular y absolutamente diferente a la sociedad moderna, y se adaptaba naturalmente a las circunstancias de la vida.
La relación del pueblo judío con su Dios fue evolucionando en todos los sentidos hasta llegar a Jesucristo y el cristianismo.
Efectivamente encontramos en los relatos bíblicos pasajes donde el machismo no es para nada ambiguo.
Génesis 3:16: “… le dice a la mujer, tendrás dolores al parir y tu marido gobernará sobre ti”
1ª Timoteo 2:11: “… la mujer debe ser sumisa y no se le permite tener autoridad sobre el varón”
Deuteronomio 22:13-21 “… la mujer puede ser asesinada a pedradas..." luego de una situación confusa relacionada con su virginidad. Ver detalle en el versículo correspondiente.
Corintios 14:34 “… la mujer debe guardar silencio en la Iglesia” Para mi gusto este probablemente sea el versículo más simpático. Les aseguro que en mi iglesia esto no sucede.
Existen muchos más versículos al respecto, pero no me alcanzaría el blog para citarlos.
Para que podamos tomar dimensión de lo que eran las costumbres de la cultura reinante en ese momento, de la historia judía, les pongo un ejemplo que no alude a las mujeres sino, en este caso, a los hombres.
En Deuteronomio 23:1 leemos:
“No entrará en la congregación de Jehová quien tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril”.
Como verán, en aquellos tiempos había para todos los gustos.
No quiero ni imaginarme la situación.
Continuamos en el próximo posteo.
Juan Alberto Soraire / Un cristiano del montón