Estudio de La Biblia / Nº18

Biblias católica y evangélica. Son diferentes?

En el artículo anterior mencioné que tiempo atrás ya habíamos conversado acerca del título de este posteo. Con el fin de que lo tengan a mano y con algunos ajustes lo posteo nuevamente.

Como habrán comprobado los que me siguen en la lectura de los diferentes blogs, no suelo tener pelos en la lengua a la hora de decir las cosas, creo que con respeto podemos llamar a las cosas por su nombre sin que nadie se moleste.

En el posteo Nº5 de fecha 17/05/2022, mencioné que asistí cuando era niño y durante tres años, a dos colegios católicos y a pesar de haber sido campeón en concursos de catecismo, mi único reproche fue que en tres años, nunca me hablaron de La Biblia, de hecho, no sabía siquiera que existía.

Por otra parte, me ha pasado y me sigue pasando ya de grande, que he querido obsequiar una Biblia a un amigo católico, y automáticamente me objetan el obsequio o lo aceptan con reticencia, sospechando que les estoy ofreciendo no sé qué cosa. El motivo resulta para mí muy claro, como desconocen las diferencias, si las hay, entre ambas versiones bíblicas, entonces y a pesar de que probablemente no tengan una Biblia en su casa, la rechazan.

Si pocos conocen el contenido bíblico, mucho menos conocen las diferencias que pueda haber entre La Biblia católica y La Biblia protestante. Y esta afirmación de mi parte vale tanto para cristianos católicos como para cristianos evangélicos y es este el motivo por el cual resulta oportuno tratar una vez más el tema.

Conocer las diferencias si existen, entre ambas versiones de la Biblia, sin duda podrá ser muy útil para el maestro de Biblia evangélico o para el catequista católico que pueda estar leyendo este artículo.

En principio debemos destacar que los cristianos creemos por FE que la Biblia fue escrita por seres humanos, en diferentes tiempos y culturas, inspirados y guiados por el Dios creador. Esencialmente se compone de un grupo importante de libros, divididos en dos grupos, Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.

Tengo delante de mí dos de las tantas versiones de la Biblia en español que utilizo habitualmente para preparar mis estudios bíblicos. Una de ellas está identificada como “El libro del pueblo de Dios”, de origen católico, editada por la Fundación Palabra de Vida de Ediciones Paulinas, y según consta en su presentación “… es una traducción de la Biblia realizada por y para argentinos”. La segunda versión que también tengo delante de mí es una Biblia de estudio de origen evangélico, y se denomina “Santa Biblia con notas, concordancias y mapas”, antigua versión Reina-Valera. Un clásico entre los grupos evangélicos.

Antiguo Testamento: La diferencia fundamental entre una y otra versión, se remite casi exclusivamente a la cantidad de libros que forman parte del mismo. Las versiones protestantes cuentan con 39 libros, mientras que la versión católica que tengo en mi poder posee 10 libros más, lo que hacen un total de 49 libros. Otras versiones católicas tienen más o menos libros diferenciados. Estos 10 libros son denominados según quien los aluda, como deutero-canónicos (de reconocimiento tardío), apócrifos o extra canónicos (no aceptados ni reconocidos) y pseudo-epígrafes (falsamente atribuidos).

Los libros mencionados, fueron escritos por gentiles y griegos mayormente en el período inter testamentario, 400 años acontecidos entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y los primeros años del cristianismo. Los motivos por el cual no se encuentran incluidos estos 10 libros en el Antiguo Testamento de la Biblia evangélica, tienen su explicación para los protestantes y dos son las razones fundamentales: 1- Los propios judíos no reconocen a estos libros como sagrados, por lo tanto, no los incluyen en el canon de su Tanakh 2- Ni Jesucristo ni los escritores del Nuevo Testamento, muy proclives a referenciar sus dichos en las escrituras hebreas, nunca mencionan en sus escritos a ninguno de los libros considerados apócrifos o no inspirados.

Personalmente creo, que ninguna doctrina importante o trascendental que pueda cambiar nuestra vida se menciona o discute en dichos libros. Existe alguna versión evangélica moderna que incluyen estos libros no canónicos, entiendo que ha sido editada con el fin de evitar un punto más de conflicto con nuestros hermanos católicos romanos. Podríamos considerarlo como una actitud inteligente y conciliadora.

Nuevo Testamento. La buena noticia es que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que las versiones de la Biblia, católica romana y evangélica, coinciden en un ciento por ciento en la formación del canon del Nuevo Testamento. Ambas versiones cuentan con la misma cantidad de libros, un total de 27, por lo tanto, coinciden en un todo. Las diferencias de orden lingüístico entre las dos versiones no son mayores que las que pudiera haber entre las diferentes versiones católicas y evangélicas.

Conclusiones: conocer que la Biblia católica y la evangélica son prácticamente iguales, que solo las diferencian 10 libros, o alguno más en otras versiones católicas en el Antiguo Testamento, y que el Nuevo Testamento donde está fundamentada la doctrina cristiana es el mismo en ambas versiones no es un dato menor. Con este fundamento podremos sentarnos a escudriñar las escrituras juntos, cada uno con su propia Biblia en la mano.

Resulta importante remarcar que es precisamente el Nuevo Testamento donde encontramos detallado el plan de Dios para nuestra salvación y en él encontramos relatada la historia de la iglesia cristiana en sus inicios. Cristo es el que nos une…y como ya lo mencionamos, no es poco. La interpretación particular que pueda darle cada grupo a las escrituras relatadas en el Nuevo Testamento, es harina de otro costal que no aludiremos ahora.

Juan Alberto Soraire

Un cristiano del montón