Burocracia, intercesión y otras yerbas
Los lectores que habitualmente leen o escuchan mis posteos, tienen en claro dos cosas, la primera es que asisto desde hace más de 55 años a la misma iglesia cristiana evangélica, y la segunda es que tengo un particular cariño por mis hermanos cristianos católicos.
Alguien podrá plantear que cristianos evangélicos y cristianos católicos son cosas diferentes, pero no estoy de acuerdo, para nada.
Nos une Cristo, que no es poco, y compartimos además, la fuente de información primaria, me refiero a La Biblia, que es precisamente lo que me anima abordar estos temas.
Aclarado esto, vamos al título de este posteo: “la burocracia, la intercesión y otras yerbas”, en la comunidad cristiana.
La burocracia sería el conjunto de normas que establecen el orden racional dentro de cualquier organización, hecho que nos permite optimizar la ejecución de tareas y procedimientos.
La burocracia, en su justa medida, no tiene nada de malo en sí misma, por el contrario, es necesaria en cualquier organización que se aprecie de tal.
La organización burocrática de la iglesia primitiva está claramente descripta en todo el NT, particularmente en el libro de los “Hechos”.
A grandes rasgos, se destaca el liderazgo de los apóstoles, la existencia de diferentes ministerios y dones, y el vínculo entre los hermanos, a pesar de las diferencias que pudiera haber entre ellos. Me refiero a su origen, su cultura, intereses, situación social, etc.
El segundo de los puntos al cual me quiero referir, es la propuesta del catolicismo, acerca de “la relación entre Dios y sus criaturas”
A pesar de la importancia del hecho y la simpleza de la escritura al describirlo, resulta difícil entender, cómo se ha llegado al punto de pretender burocratizar la relación entre el Dios de La Biblia y su criatura preferida, el ser humano.
No se trata de un tema irrelevante, porque está en juego tu vida eterna, y aprovecho para recordarte que las opciones propuestas en las escrituras bíblicas son solamente dos, vida eterna con Dios, o vida eterna en el infierno. Olvídate del purgatorio, porque no existe.
Resulta difícil entender, a que mente retorcida se le puede haber ocurrido complicarles de tal manera la vida a los creyentes, interponiendo entre Dios y sus criaturas, a otras criaturas. Seres mortales e imperfectos como vos y yo.
Sutilmente, se lo denomina “intercesión”, que no es otra cosa que un sinónimo lingüístico, de intermediación.
En mi país se los llama gestores.
Ahora bien, la pregunta que deberíamos hacernos es:
¿En qué parte de La Biblia sugiere, siquiera, que algún ser creado puede interceder o intervenir, para mejorar o cambiar tu relación con Dios, o para resolver algún problema puntual de la vida diaria que estés viviendo?
Cuando digo ser creado, me refiero a vos, a mí, a la virgen y a todos los santos habidos y por haber, que alguna vez pisaron o pisarán la tierra en el futuro.
El catolicismo, aprueba, admite y promueve sin titubear, la posibilidad de que diferentes seres humanos, ya bien muertos, actúen como intermediarios e intercesores entre vos y Dios.
“Los santos en el cielo son nuestros hermanos mayores que nos ayudan con su ejemplo e intercesión hasta llegar a reunirnos con ellos”
Me pregunto de dónde sacaron semejante afirmación.
Existen en el Martirologio Romano, más de 8000 santos. Una sola virgen María, pero cientos de vírgenes distribuidas por todo el mundo.
Cada uno de ellos, resultarían ser potenciales intermediarios entre el Dios de La Biblia y vos, aunque no lo sepan, ni mucho menos se den por enterados.
A este grupo selecto de seres creados, se le atribuyen, además, características y habilidades particulares, lo que les permitiría darte una mano en ciertos aspectos puntuales de tu vida. ¿De dónde lo sacaron?
Esta habilidad específica les permitiría, a algunos curarte, a otros conseguirte trabajo, y a otros resolver tus problemas amorosos o de prosperidad. ¿Dónde está escrito?
Soy consciente de que mis palabras pueden molestarte, pero ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me muerda los codos y me calle?
El tercer punto, que me indigna, es la apertura indiscriminada que se le ha dado al sincretismo religioso, permitiendo que cualquier deidad humana o no, se siente al lado de santos y vírgenes, y de Jesucristo mismo, con la excusa de que se trata de cuestiones “culturales” o “folklóricas”. ¡Todo condenado por la propia Biblia!
Las escrituras bíblicas, en solo 16 palabras, nos aclaran el tema:
“Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre” 1ª Timoteo 2:5
Versículo extraído de La Biblia, versión católica, “El libro del Pueblo de Dios”, Ediciones Paulinas.
Con todo respeto te pregunto: ¿Sabes leer? ¿En manos de que gestor trucho estás confiando tus dolencias y preocupaciones, y particularmente la salvación de tu alma?
A ver si te queda claro, la Biblia afirma, que tu único y verdadero gestor o intermediario o como quieras llamarlo, es Jesucristo, Dios mismo, lo acabas de leer.
¡No pierdas más el tiempo! los eventuales gestores a los que acudís, no te escuchan, y mucho menos van a resolver tus problemas.
Para terminar, te dejo una propuesta y pregunta:
¿Por qué a partir de hoy, en lugar de que te atiendan los empleados, con todo el respeto que me merecen, no permitís que te atienda directamente el dueño?
Piénsalo
PD: Me olvidaba..."Feliz Año Nuevo"
Juan Alberto Soraire
Un cristiano del montón