La manipulación religiosa

¡Cómo te manipulan!

En el último posteo conversamos acerca de la manipulación y los manipuladores religiosos.

Continuaremos con el tema, pero ahora trataremos de describir cómo y en qué forma, pueden manipularte, sin perder la perspectiva que “el manipulador es aquella persona que pretende manejarte en forma astuta y mañosa especialmente en ventaja propia”

Sería un primer error de mi parte, considerar a todos los manipuladores como semejantes, y un segundo error colocarlos a todos ellos dentro de una misma bolsa para luego patearla. No corresponde y por otra parte no es mi estilo.

En el ámbito religioso cristiano, particularmente en el evangélico, incluyendo a los imitadores, el medio más utilizado por los operadores religiosos para manipular a las personas, es sin duda el lenguaje, expresado este, en forma verbal o escrita.

De acuerdo a mi humilde entender, en el ámbito del cristianismo católico romano, los medios de manipulación utilizados por parte de sus líderes, son otros.

Lo cierto es que el lenguaje es uno de los mayores dones que posee el ser humano, como así también es el más peligroso.

La Biblia en su infinita sabiduría afirma:

La lengua apacible es árbol de vida; Más la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu” Proverbios 15:4

“Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”. Santiago 3:6

“...pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos a Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres..." Santiago 3:8-9

El lenguaje, según lo hemos leído, además de ser potencialmente perverso y venenoso, es ambivalente. Puede llegar a ser tierno o cruel, amable o displicente, difusor de la verdad o propagador de la mentira y tal cual lo menciona Santiago en su epístola, lo podemos usar tanto para alabar como para maldecir.

El lenguaje ofrece posibilidades para descubrir en común la verdad, y también facilita recursos para tergiversar las cosas y sembrar la confusión.

A través del lenguaje, cualquier persona poco o nada preparada pero astuta, y acudiendo a cuestiones que poco o nada tienen que ver con la Fe bíblica, puede producir descalabros importantes en cualquier congregación.

Los manipuladores religiosos, suelen potenciar sus prédicas lingüísticas, con los accesorios que habitualmente disponen a su alcance. Me refiero a toda la parafernalia que complementan sus propósitos, empezando por el púlpito y el micrófono.

Otros artilugios a su alcance, que suelen también utilizar astutamente son: una excesiva gestualidad, el imposte de voz adecuado a las circunstancias, la música adecuada, el manejo profesional del escenario, el uso de palabras grandilocuentes, y como ya lo hemos mencionado en el posteo anterior, el manipulador nunca se olvidará de acudir a tu corazón y a tus sentimientos... y eventualmente a tu bolsillo.

No es fácil abordar estos temas, porque la paleta cualitativa de manipuladores es muy amplia, sin embargo, podríamos aceptar que habría dos tipos de manipuladores en el ámbito cristiano evangélico.

Por un lado, nos encontramos con aquellos hermanos sinceros y honestos que guiados por un entusiasmo desmedido y al afán de llevar los fieles que asisten a su iglesia a los pies de Cristo, aunque sea a las patadas, para lograr sus fines, loables, por cierto, no dudan en manipular a sus feligreses. Muchos de ellos no parecen ser totalmente conscientes de sus actos.

Y, por otro lado, están aquellos otros que lo hacen con el fin espurio de dominar emocionalmente a sus feligreses de manera tal de mantener el control de sus víctimas ocasionales. Estos personajes suelen no tener escrúpulos, y serán capaces de distorsionar la verdad con mentiras, sin que se les mueva un pelo al hacerlo.

No resulta fácil referirse a ellos sin correr el riesgo de cometer algún error involuntario al hacerlo, por lo que resulta difícil pretender calificarlos o descalificarlos si correspondiera. En todo caso mi intención a través de estos posteos, es “DESCRIBIR” sus acciones para poder identificarlos.

De lo único que estamos seguros es que ambos serán responsables y deberán rendir cuentas ante Dios por lo que hacen, y como lo hacen.

Al respecto les dejo un versículo que nos dará que pensar. Mateo 18:6-7 “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

” Pero, como lo dice claramente el dicho, “la culpa no solo la tiene el chancho, sino también el que le da de comer”

Porque convengamos que para que alguien pretenda manejar en forma espuria a un ser humano, debe haber un candidato que esté predispuesto y que acepte displicentemente que así suceda.

Si tu médico te indica que cuando te expongas al sol debes hacerlo con el correspondiente protector para evitar lesiones en tu piel, lesiones oncológicas incluidas, lo menos que debes hacer es protegerte convenientemente. Si no lo haces, las consecuencias corren por tu cuenta.

Ahora bien. La única herramienta concreta que los cristianos disponemos para protegernos y librarnos de estos sujetos y sus intenciones es acudir a La Biblia misma.

Si desconocemos el contenido bíblico, siempre seremos presa fácil de alguno de estos depredadores espirituales que pretenderá engañarnos, por lo tanto, no tendrás derecho a reclamos ni quejas.

El riesgo de que alguien pueda manipularnos, es directamente proporcional a la falta de conocimiento bíblico de nuestra parte.

En la medida que la pretendida comodidad de que otro haga nuestro trabajo, nos haga permanecer imperturbables ante esta situación, seremos presa fácil de estos personajes.

Si así fuera, "estamos en el horno"… y esto… no es una broma.

Juan Alberto Soraire / Un cristiano del montón