Esos locos bajitos…

Te quiero ofrecer una inversión

Quiero aprovechar este medio para ofrecerte un negocio.

En realidad, no se trata de un negocio, se trata de una inversión, porque para ser precisos, debemos convenir que un negocio y una inversión son dos cosas absolutamente diferentes.

Los negocios son puntuales y generalmente apuntan a plazos acotados de tiempo. Las inversiones, por el contrario, se orientan a plazos extensos de tiempo, abarcan el futuro.

Para realizar una inversión se deben cumplir varios pasos:

1-Establecer una meta, un objetivo.

2-Establecer los recursos disponibles para implementarla.

3-Considerar el costo-beneficio.

4-Valorar el riesgo y la rentabilidad.

5-Evaluar el proyecto durante y luego, de su ejecución.

Para la inversión que quiero poner a tu consideración, los recursos que deberás invertir son pocos, los beneficios pueden ser muy importantes y están garantizados.

Si bien las posibilidades de inversión que tengo para ofrecerte son muchas, elegí una en particular, porque tengo experiencia en ella… soy padre de cuatro hijos.

Te invito a que tomes tu Biblia y leas Proverbios 22:6

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”

Recuerdo a un jefe que tuve en mi primer trabajo, se llamaba Adolfo, que me decía, “Soraire, los hijos son como esas viejas alcancías donde colocamos alguna moneda, cuando la alcancía se rompa, adentro de ella encontrará las monedas que alguna vez usted puso”

Adolfo nunca había leído La Biblia. Sabiduría popular que le dicen.

La pregunta que te voy a hacer es obvia.

¿Qué has colocado adentro de esa frágil alcancía que alguna vez tuviste en tus manos?

¿Qué estás colocando adentro de esa alcancía que hoy está en tus manos?

Por supuesto que no estamos hablando de dinero, estamos hablando de principios y de valores.

Me refiero a la solidaridad, el compañerismo, el respeto, la honestidad, la generosidad, la tolerancia, la paciencia, la empatía, el amor al prójimo y ¿Por qué no?, tu experiencia personal con Dios, si la tenes.

Ninguna persona construye una casa sin fundamentos y esa es la razón por la que vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en transmitir valores a nuestros hijos dado que estos marcarán sus vidas y su futuro.

Cada una de las decisiones que tomarán en sus vidas estarán sustentadas en los principios que vos hayas sembrado.

No tenemos mucho tiempo para hacerlo, solo unos pocos años, por lo tanto, no podemos perder el tiempo, y mucho menos dejar su instrucción en manos de terceros, o lo que es peor librada al azar.

No debemos perder de vista que está en juego el futuro y la felicidad de nuestros hijos.

Lo llamativo del consejo bíblico que hemos leído, es que está acompañado de una promesa.

“…y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”

Que no es otra cosa que la garantía de la inversión que te mencioné.

Quiero dejarte dos estrofas de una hermosa canción de Juan Manuel Serrat cuyo tituló es “Esos locos bajitos…”

“Esos locos bajitos que se incorporan

Con los ojos abiertos de par en par

Sin respeto a los horarios y a las costumbres

Y los que, por su bien, hay que domesticar”

“Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma

Nuestros rencores nuestro porvenir

Por eso nos parece que son de goma

Y que le bastan nuestros cuentos para dormir”

Juan Alberto Soraire / Un cristiano del montón