Falsa identidad
Una identidad que no es genuina ni auténtica se considera falsa, ya que ha sido alterada o inventada con el propósito de engañar a otros, e incluso a uno mismo.
Al respecto, y dicho con el mayor de los respetos, tengo la plena convicción de que la gran mayoría de las personas que se auto identifican como “cristianos”, no tienen la menor idea de lo que ello significa.
Alguien dijo alguna vez, que, “por nacer en un garaje, no nos transformamos automáticamente en un auto”, afirmación que deberíamos considerar como absolutamente cierta.
Te invito entonces, a que analicemos juntos el tema, partiendo de la base de que te auto percibís como un cristiano.
Seguramente, tal cual me pasó a mí, de pequeño y de buena fe por parte de quien lo hizo, te bautizaron, creyendo que con el mencionado trámite estaba todo resuelto. Podemos asegurar entonces, continuando con la analogía del auto, que “nos patentaron”
Quizás, seas de aquellas personas, que suelen asistir a los cultos cristianos solo en ocasiones especiales, casamientos, velorios, y cosas por el estilo. Algo es algo.
De hecho, no crees en los curas, ni en los pastores ni nada por el estilo. Reniegas de las estructuras religiosas y tienes la sospecha que han sido creadas para engañar a la gente, y probablemente tengas algo de razón.
Tu situación “espiritual”, por llamarla de alguna manera, podríamos describirla como cómoda, sin mayores sobresaltos. No tenes que rendir cuentas a nadie, ni nadie te exige nada. Te encuentras en una especie de limbo espiritual.
Doy por hecho, que tampoco tenes la menor idea, si cuando mueras, te vas al Cielo o al Infierno. Aunque el tema ciertas veces pasa por tu mente, preferís ni enterarte.
De Dios, solo te acordás cuando el avión de tu vida entra en turbulencia severa y te llevas algún susto. Si eres joven, probablemente no le des mucha importancia, te sientes invencible, como Superman. Pero a medida que avanzas en los años, la perspectiva cambia.
Tu CV espiritual, nos revela, además, que de vez en cuando ayudas a algún pobre, que no le haces mal a nadie, que sos más bueno que el pan. Acreditas ser el mejor padre, madre e hijo del mundo, y afirmas ser fiel en tu matrimonio, etc, etc.
Sos un buen empleado, mejor empleador, y como si esto fuera poco, pagas todos los impuestos.
Ni hablar si sos un “líder espiritual”, no te falta nada. Tus feligreses te llaman, o te haces llamar, apóstol, pastor, profeta, padre, madre, maestro, Papa, o lo que sea.
Yendo al punto que nos ocupa, la primera noticia que tengo para darte, no es alentadora, porque según podemos constatar en la propia Biblia, “NADA de lo que hemos mencionado te hace cristiano”, de hecho, cientos de feligreses de otros cultos religiosos, NO CRISTIANOS, tienen actitudes de vida similares, a las tuyas.
Ahora bien. Te sugiero que acudamos a la única fuente de información a la cual los cristianos debemos acudir, La Biblia, cuando queremos dilucidar estos temas.
Leemos en Romanos 3:23
“Por cuantos todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios”
TODOS…es TODOS, por mal que le pese a alguno, por lo tanto, vos, yo, y todos los santos, estamos incluidos.
Si te quedó alguna duda te ayudo con otro versículo:
1ªJuan 1:10
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Dios mentiroso y su palabra no está en nosotros”
“Houston estamos en problemas”, diría el comandante de la Apolo XIII
En Mateo 7:21-23 leemos:
“No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”
Y si por casualidad, alguna vez, creyendo estar haciendo lo correcto, realizaste algún sacrifico personal pretendiendo ganar con ello la simpatía de Dios, te adelanto que tampoco eso tiene que ver con su voluntad.
Leemos en Mateo 9:13
“Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”
Pero no te desesperes. Pareciera que todas las puertas están cerradas, pero NO.
Te dejo la llave para abrirlas.
Leemos en Juan 3:16
“…Dios amó tanto al mundo, que entregó a su hijo único, para que todo el que CREE en él, no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”
Versículo extraído de La Biblia católica, “El libro del pueblo de Dios”, Ediciones Paulinas. Excelente versión que recomiendo.
Ahora, busca esa Biblia que tienes arrumbada en algún lugar de tu biblioteca y ocúpate en averiguar si estoy pretendiendo manipularte, o estoy tratando de darte una mano.
Te quiero ver en el Cielo
Juan Alberto Soraire
Un cristiano del montón