La astrología, el horóscopo y La Biblia
Como es mi estilo y como corresponde, ante cualquier tema que abordemos, debemos dejar bien en claro de que estamos hablando, el objetivo es no confundirnos ni contradecirnos, embrollando el tema con definiciones personales, que a nadie le interesan.
Nuestro nuevo amigo Google, el diccionario, y La Biblia para los cristianos, son nuestros invalorables aliados.
-La astrología es el estudio de la posición y el movimiento de los astros, a través de cuya interpretación se pretende conocer la influencia de los mismos en el destino de las personas y otras yerbas.
-El horóscopo, por su parte, es un procedimiento adivinatorio que consiste en predecir el futuro de una persona a partir de la interpretación de la posición relativa de los planetas del sistema solar y de los signos del zodíaco en el momento de su nacimiento.
Hacia el año 700aC, nació la idea del Zodíaco, que no es otra cosa, que cierta parte muy limitada del universo.
Está dividido en signos, que han ido variando su cantidad. Hoy son solo 12 para la cultura occidental, y son 26 para la cultura oriental. Hindú, china y japonesa.
Sin el afán de complicarle la vida a nadie, la definición técnica de Zodíaco es la siguiente:
“Zona o faja celeste por cuyo centro pasa la eclíptica y que comprende los doce signos, casas o constelaciones que recorre el Sol en su curso anual aparente, a saber, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis”
Ambos conceptos suelen utilizarse indistintamente, pero no son lo mismo.
Mientras la astrología abarca un mundo amplio y complejo de interpretaciones, el horóscopo por su parte, se remite, tal cual el diccionario lo afirma, a ser solo un procedimiento adivinatorio.
Es importante remarcar que “nada tiene que ver la astrología con la astronomía”
¿Es la astrología una ciencia?
Si aceptamos y admitimos, según sus partidarios y el propio diccionario lo afirman, que la astrología es el conjunto de conocimientos que permite predecir los diferentes sucesos que puedan afectar a los seres humanos durante su estadía en la tierra, a través de los astros, la respuesta es NO.
Una disciplina que establece sus propias reglas de juego, que arroja conclusiones inverificables e irreproducibles que no pueden ser desmentidas, y que escapa a las condiciones mínimas que impone el método científico, no puede considerarse ciencia.
Existen diferentes escuelas de astrología, debido a que sus miembros no se ponen de acuerdo en las características propias de cada signo. Probablemente sea este el motivo por el cual los acertijos de los diferentes horóscopos no coinciden cuando los consultamos.
Pese a las evidencias en contra de la astrología, mucha gente sigue creyendo en ella.
Diversos son los mecanismos psicológicos involucrados al implementarla, que justificarían su éxito. Veamos los más relevantes.
- El cerebro busca automáticamente patrones y de esta manera, se recuerdan solo las coincidencias, fenómeno denominado como apofenia.
- Horóscopo a la carta: elijo la parte de la adivinación que me gusta, lo que me cae bien, lo que me justifica.
- Me acuerdo solo de los aciertos. Algo similar les sucede a los jugadores compulsivos, solo se acuerdan cuando ganaron.
- El horóscopo, un placebo. Mi vida no cambia, pero soy feliz.
- Se acepta como bueno, lo que es bueno para la mayoría.
- Se le encuentra significado a lo que no lo tiene.
- Se validan ilusiones, a pesar de que los argumentos indiquen lo contrario.
Al igual que los manipuladores religiosos, los activistas de estas pseudociencias, también pretenderán manejarnos, y de hecho lo logran, sin que se les mueva un pelo. No lo hacen por amor al arte, por cierto.
El método que manejan estos manipuladores seriales es describir la predicción en forma vaga, sin detalles concretos, de manera amplia y genérica, y así, de esta manera, puede ajustarse a casi cualquier persona. Todo está en la mente del oyente.
La pregunta es entonces, ¿Por qué la gente acude a que le adivinen el porvenir?
Los psicólogos que han estudiado el tema aducen que las personas, aunque engañados, a la hora de afrontar momentos de crisis, encuentran el apoyo que necesitan en los astrólogos y sus fantasías.
La astrología y su versión diferenciada, el horóscopo, nunca se llevaron bien con el cristianismo y mucho menos con La Biblia, que de hecho las reconoce y las condena.
En principio, La Biblia afirma que los astros, fueron creados por Dios, son obras de sus manos y son una manifestación de su poder. Lo leemos en (Salmo 8:3 y 19:1)
En el libro de Job, se menciona a tres de las constelaciones conocidas: Orios, Osa Mayor y una tercera probablemente Draco o Serpents, lo que no resulta ninguna novedad porque otras culturas como la griega y la egipcia también las identificaban y hacían uso de ellas, para predecir la marea, el comienzo y fin de las estaciones y como guías de la navegación.
Encontramos en La Biblia, relatos donde los astrólogos, que ya existían, fueron puestos en ridículo y en vergüenza por el profeta Daniel por su impotencia al pretender interpretar sueños del Rey.
“¿…dónde están tus astrólogos, esos que miran las estrellas y hacen predicciones todos los meses? Que den la cara y te salven de lo que te depara el futuro. Porque ellos son como la paja que arde en el fuego, no pueden salvarse a sí mismo de las llamas. No recibirás ninguna ayuda de ellos...”
Isaías 47:14
Y por si les queda alguna duda, del mismo modo el horóscopo, como una forma de adivinación, está también expresamente prohibido por el Dios de las escrituras.
“No permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la hechicería, ni haga conjuros, … cualquiera que practique estas cosas es detestable a los ojos de Dios…tú debes ser intachable”
Deuteronomio 18:10-12
Te dejo una reflexión y una pregunta
La vida no es fácil, todos tenemos cuestiones que nos afligen y asuntos que resolver.
¿Por qué en lugar de consultarle a la creación, me refiero en este caso a los astros, que no tienen siquiera oídos, de cómo solucionar tus problemas, no conversas el tema con el creador de la misma, que está esperando que te comuniques con él?
“El Señor espera que ustedes acudan a él para mostrarles su amor y compasión. Pues el Señor es un Dios fiel. Benditos son los que esperan su ayuda”
Isaías 30:18
Pensalo
Juan Alberto Soraire
Un cristiano del montón
Les recuerdo que tengo a la venta mis dos libros, “Maldito Legalismo” y “La Biblia y el calefón”. Si les interesan no dejen de comunicarse conmigo.
Podrán ver de qué tratan, en la pestaña del BLOG, “Mis libros”