Los cristianos y “el wokismo”

Si durante esta última semana no escuchaste o leíste, las palabras “woke” y “wokismo”, en los medios de todo el mundo ¡No estabas en otro ascensor… estabas en otro planeta!

Ahora bien ¿Qué tiene que ver el “wokismo” con el cristianismo? Te invito a analizar el tema juntos, quizás coincidas conmigo.

La palabra "wokismo", deriva del término en inglés "woke", que significa: "estar despierto" o "estar consciente".

Su uso, comenzó en la década de 1930, en los Estados Unidos, como una expresión, muy loable por cierto, dentro de movimientos sociales afroamericanos. Se refiere al hecho de estar conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, particularmente frente a las injusticias sociales.

Fue precisamente Martin Luther King, pastor bautista, uno de los portavoces y líderes más visibles de este movimiento.

Con el tiempo, la expresión, fue adoptada por el idioma español, como un neologismo, y es hoy utilizada con diferentes connotaciones.

Pero, lo que antaño resultaba ser una virtud, “preocuparse por el prójimo”, fue mutando con el tiempo para transformarse en una corriente de pensamiento de características polémicas, debido a la pretensión de sus activistas de considerarse los únicos dueños de la verdad, y, de su forma particular de imponerla.

Lo cierto es que, en la actualidad, la expresión “wokismo”, es utilizada despectivamente, para describir una postura ideológica, donde se enfatiza en demasía el activismo, la corrección y la censura, llegando en algunos casos a la imposición de una única visión.

Pero, ¡No hay nada nuevo bajo el sol!

Porque fue precisamente Jesucristo, quien debió enfrentarse con el “wokismo” de aquellos tiempos, nos referimos al “legalismo”

Un grupo de fanáticos religiosos, llamados fariseos, pretendían convertir, e imponer la fe y el libre albedrío de los fieles, en un sistema de reglas rígidas, perdiendo de vista la misericordia y la verdadera esencia del cristianismo.

Jesús, por el contrario, en ningún momento, intentó imponer su verdad por ningún tipo de fuerza, sino que la ofrecía con amor, dejando que cada persona, en total libertad, tomara su propia decisión.

Jesús no agredía a sus interlocutores. No los inhabilitaba, no los señalaba, no los ninguneaba, no los censuraba, no los cancelaba, no los descartaba como basura, sino que les mostraba con amor cual era el camino alternativo.

Corregía sus posturas erróneas, con diálogo y comprensión, colocándose en lugar del otro. No negaba la verdad, sino que siempre daba una oportunidad para el cambio.

"Vete y no peques más" Juan 8:11

Le dijo a la mujer sorprendida en adulterio, no necesito humillarla ni castigarla.

Pero resulta una gran contradicción, comprobar, en los tiempos que corren, algunos cristianos, que se “auto perciben abanderados de la verdad”, caigan en el mismo legalismo y juicio despiadado hacia el prójimo, que Jesús denunció en los fariseos. “Wokismo” de la más pura sepa.

Estos “doctores de la ley”, en lugar de utilizar su “fe” para restaurar, la utilizan como un martillo para golpear a otros, hecho que vemos particularmente en las redes sociales, donde el anonimato parecería darles licencia para la crítica, el juicio y la censura.

Lo más preocupante de este tipo de actitudes, son los resultados, porque no solo dañan a quienes juzgan, sino que también los alejan del verdadero mensaje de Cristo.

El “legalismo” y el “wokismo” caen en el mismo error, al pretender imponer su visión de las cosas, castigando y cancelando, a quienes no comparte sus creencias.

- ¿Cuál es la técnica para predicar el evangelio que estos cristianos fanáticos pretenden implementar? ¿Primero le pego, lo destruyo, y cuando este en el suelo le predico el evangelio?

- Es un pecador ¿Qué hago? ¿Lo mato para que no sufra?

-¿Matando al perro, eliminamos la rabia?

En el mundo del wokismo, a estas personas, se los define como “prig” (en inglés). Personas presumidas, moralistas, pedantes y meticulosas con las reglas y los detalles. Fanáticos y entusiastas extravagantes de sus posturas.

Cristo no es menos sutil:

“Ciegos, guías de ciegos, ¡Cuelan el agua para no tragarse un mosquito, pero se tragan un camello!” Mateo 23:24

A estos cristianos, por llamarlos de alguna manera, parece no interesarles ver a los pecadores, por quien Cristo murió, en el Cielo.

Tampoco les interesa corregirlos con amor, solo les interesa remarcar y exhibir públicamente sus errores, hiriéndolos, con el solo fin de destruirlos.

Sin duda, la existencia del pecado en los seres humanos, se manifiesta de diferentes maneras, y los cristianos tenemos la obligación de denunciarlos, pero el asunto es como abordamos el tema.

Podemos hacerlo de dos maneras, en forma superficial, descalificadora y agresiva, como lo que estamos describiendo que sucede en las redes sociales, o, por el contrario, ayudando silenciosamente y con amor a quien lo necesite.

La sobreactuación de la falsa moralidad cristiana y de ciertas doctrinas dudosamente bíblicas, al igual que el “wokismo”, es un virus, al cual debemos desterrar de nuestras congregaciones.

Admito que el legalismo exacerbado y fanático que se difunde en las redes, pretendiendo representar la opinión del cristianismo todo, me resulta repugnante.

El desafío, como siempre, es encontrar el equilibrio entre nuestra conciencia y las verdades bíblicas, evitando caer en la imposición de creer que mi visión es la única y absoluta verdad.

"El amor que se tengan entre ustedes, será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos" Juan 13:35

Juan Alberto Soraire / Un cristiano del montón