La manipulación religiosa. Algunos rasgos particulares
Durante los últimos dos posteos, estuvimos describiendo y analizando el accionar de los manipuladores, o depredadores espirituales, como suelo llamarlos, existentes en el cristianismo, particularmente en el evangélico.
Nos ocuparemos ahora, de mencionar algunas otras características que también los identifican.
Sin duda que el terreno donde estamos moviéndonos sigue siendo fangoso y resbaladizo, y como ya lo mencionado oportunamente, no es mi intención atacar gratuitamente a nadie.
Describir no es juzgar. En todo caso, al que le quepa el poncho, que se lo ponga.
Poncho: “Prenda de abrigo que consiste en una manta que tiene en el centro una abertura para pasar la cabeza”
Lo cierto es, que estuvieron presentes a través de toda la historia del cristianismo, el propio Jesus los denunció como falsificadores seriales de sus doctrinas, y la mala noticia es que aún hoy siguen presentes entre nosotros.
Como lo aseguré en el posteo anterior, uno de los responsables de que estos personajes existan somos nosotros mismos, los cristianos del montón, y como también ya lo he mencionado y repetiré hasta el hartazgo, el arma adecuada para defendernos de ellos, es el conocimiento personal del mensaje bíblico, no alcanza con ir todos los domingos a la iglesia.
Hemos identificado oportunamente al lenguaje y al manejo psicológico, al unísono, como el método preferido por estos falsos profetas, cuando pretenden manipularnos.
En este nuevo posteo trataremos de señalar algunas otras características, que también los identifica, no las utilizan todas al mismo tiempo, por supuesto. La intención es mencionarlas para que nos mantengamos alertas.
1-Mientras están en escena, suelen aparentar gran espiritualidad y sabiduría. No parecen ser seres de este mundo.
2-Habitualmente los rodea un halo de espiritualidad impostada. Espiritualizan todos los temas, así estén hablando de futbol o de sexo.
3-Se muestran como grandes conocedores de La Biblia y acostumbran a ametrallarnos con versículos bíblicos, particularmente del Antiguo Testamento, que son tomados al azar de acuerdo a sus intenciones.
4-Son fanáticos, tienen posiciones tomadas que nunca cambiarán. Eligen párrafos de la Biblia, los sacan de contexto, los adaptan y acomodan para que afirmen lo que ya creen de antemano.
5-No respetan lo que la Biblia afirma, tampoco les interesa hacerlo, y la retuercen para poder acomodarla a su doctrina. Para ellos su opinión es más importante que la Escritura.
6-Tienen la conciencia cauterizada. Aseguran tener visiones o revelaciones que luego se comprueban como falsas. Sus profecías solo se cumplen en su mente.
7-Generalmente son charlatanes de feria. Son habladores profesionales, artífices de fábulas y palabrerías interminables. Pretendes ser doctores de la ley y ni ellos mismos saben de qué hablan.
8-Poco les interesa las almas de sus seguidores, solo les preocupa amontonar gente en sus templos a costa de lo que fuere, particularmente mantener lleno el alfolí. La calidad espiritual de sus seguidores no es su preocupación, para ellos lo importante es cuantos somos.
9-Predican un evangelio diferente al que los propios apóstoles predicaron. Cristo suele ocupar un segundo plano en sus sermones.
10-Estos falsos maestros, a través de toda la historia de la iglesia, han presentado a un Jesus diferente al que la propia Biblia presenta. Me refiero a un Jesús Todo Poderoso, a un Dios Fuerte, a Dios con Nosotros, a quien llamamos Dios y oramos en su nombre.
11-El foco de atención que estos falsos maestros proponen, no es Cristo, son eventualmente ellos mismos, u otros seres creados. Buscan alabarse y endiosarse, pretenden ser el centro del universo. Ellos son sus propios dioses.
12-Son intimidantes. Si vos lo permitís, no te dejarán lugar a que dudes y te preguntes, acerca de lo que afirman. Te van a obligar a hacer cosas que te incomodarán, hasta que te rindas.
13-Centran su predicación en experiencias personales y milagros, y no en la propia palabra. Tratarán siempre de acudir primero a tus emociones y sentimientos para que de esta manera no prestes atención a lo que sí debes prestar atención, a lo que La Biblia afirma.
Como también ya lo hemos mencionado, estos falsos maestros deberán hacerse cargo de lo que hacen y Dios mismo se ocupará de ellos.
Les dejo un versículo para reflexionar.
1 Juan 2:18-19
“Queridos hijos, llegó la ultima hora. Ustedes han oído que el anticristo viene, y ya han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que la última hora ha llegado”
Juan Alberto Soraire / Un cristiano del montón