Tarados espirituales
Los cristianos, suelen utilizar en su vocabulario, expresiones edulcoradas y excesivamente suaves y cuidadosas al expresarse, al punto de sonar forzadas o artificiales, y a pesar de ser cautelosas, no siempre logran el efecto deseado.
Soy de los que creo, particularmente en los tiempos que corren, que con el correspondiente respeto, el uso de un lenguaje coloquial suele ser más efectivo a la hora de dejar las cosas claras.
No se trata de una disculpa, es solo una aclaración.
Aclarado esto, sigo adelante con mi objetivo.
La expresión “tarado espiritual” podría interpretarse de diferentes maneras, inclusive, podría ser considerada como peyorativa, pero lejos está mi intención de que así sea, en todo caso, y como siempre afirmo: “al que le quepa el poncho que se lo ponga”
Actuar como un tarado, es un término lingüístico, que suele utilizarse en Argentina, para referirse a alguien que actúa de manera poco inteligente, insensata e irracional.
Oportunamente, Messi le dio fama a la palabra “bobo”, que al igual que “tonto”, resultan ser sinónimos de “tarado”
Personalmente identifico al tarado o bobo espiritual, como aquel creyente que dice practicar una religión, pero no tiene la menor idea de lo que realmente cree...y además … se le nota.
Desconozco que sucede en otras religiones, tampoco me interesa, solo me referiré a los “tarados espirituales” que se auto perciben cristianos.
El tarado espiritual, resulta ser un crédulo, que cándidamente acepta sin cuestionar, cualquier información religiosa que le acerquen, no la evalúa ni la cuestiona. Lo engañan, pero él es feliz así.
Su vida eterna está en juego, sin embargo, el tarado espiritual, admite candorosamente cualquier cosa, por más insólita que esta resulte. Justifica su irresponsable actitud, afirmando que “lo hace por fe”.
Para estos “creyentes”, el razonamiento crítico, no figura en su arsenal cognitivo. Solo vasta conversar con ellos para darnos cuenta que sus opiniones acerca de las creencias dogmáticas que afirman vehementemente profesar, son vacías y sin fundamentos.
Este tipo de “creyentes”, existen en todas las comunidades cristianas, en unas más que en otras, y llamativamente, todos ellos tienen un común denominador, EL DESCONOCIMIENTO DEL CONTENIDO BÍBLICO, nunca escudriñaron La Biblia, por lo tanto, tocan de oído.
Más claro échale agua.
El versículo bíblico que figura a continuación, suscripto por el mismo Jesucristo, para ellos, no existe.
“Examinen las escrituras, porque ustedes saben que en ellas encuentran la vida eterna, y son precisamente ellas las que testifican de mí”.
Juan 5:39
Podríamos afirmar entonces, y me hago cargo de lo que digo, que, una iglesia cristiana que no enseña La Biblia a sus feligreses resulta ser una potencial fábrica de tarados espirituales.
Recordemos que leer no es lo mismo que estudiar o escudriñar.
El apóstol Pablo describe a estos particulares “creyentes” de la siguiente manera:
“…son niños vacilantes que por falta de madurez son llevados de aquí para allá por cualquier viento de doctrina … y pueden ser fácilmente engañados por otros hombres, sin escrúpulos …”
Efesios 4:14.
Probablemente haya pocas cosas más cómodas, que ser y actuar como un tarado espiritual.
Estos “creyentes”, presentan algunas características que los identifican visiblemente:
· La falta de conocimiento bíblico, los lleva a practicar doctrinas absolutamente condenadas en las escrituras.
· Afirman tener creencias espirituales sólidas, pero no muestran ningún compromiso activo. No practican actividades espirituales que respalden sus afirmaciones.
· La actividad religiosa que profesan, es la de un autómata. Repiten una y otra vez los mismos rezos, ritos y ceremonias, de las cuales desconocen su real significado.
· Sus decisiones espirituales, incluidas las que ponen en juego su vida eterna, no son personales, están supeditadas a un tercero.
Les confieso, que, en mi caso particular, me resisto y no acepto, ser un tarado espiritual, Dios me dio un cerebro con el cual pensar, y me desafía a capacitarme en el estudio bíblico, para luego argumentar, con humildad y respeto, lo que creo, y es lo que hice y seguiré haciendo.
El apóstol Pedro lo afirma más claro que yo
“… Estén preparados en todo momento para argumentar con humildad y respeto, a cualquiera que les pida explicación, sobre la esperanza que ustedes tienen”
1ª Pedro 3:15
Ahora bien, ¿Cómo podremos estar preparados si no nos preocupamos en hacerlo?
No sé a qué templo cristiano estas asistiendo, pero si en él no te enseñan acerca del contenido bíblico en una forma ordenada y sistemática, no te digo que huyas, pero sí reclama a quien corresponda, para que lo haga, y si no resulta, huye.
De buena onda te propongo, que dejes de ser y actuar como un tarado espiritual, como un bobo a quien manipulan, llevándolo de aquí para allá como lo hace el viento con el polvo.
No te olvides que tu vida eterna está en juego…y no es poco.
Juan Alberto Soraire
Un cristiano del montón