Vos … ¿Sos… o te haces?

Convengamos que la pregunta tal cual está planteada, puede resultar provocadora. Si así lo consideraste, no te equivocaste.

Es mi intención, que pensemos juntos acerca del verdadero significado de ser cristiano, porque resulta que tengo la plena convicción de que la gran mayoría de las personas que se auto denominan “cristianos” no tienen la más pálida idea de lo que significa.

No puedo evitar repetir una vez más, porque todavía no encontré como remplazarlo, el siguiente concepto: “Por nacer en un garaje, no nos transformamos automáticamente en un auto”. Afirmación absolutamente alejada de la visión bíblica.

Te invito a que analicemos juntos el tema, partiendo de la base de que te auto consideras un cristiano.

Veamos.

No eres judío, no eres budista, no practicas el islamismo, tampoco eres hinduista. No crees en los curas, ni en los pastores, ni en la Iglesia, ni en nada, pero seguís insistiendo que eres cristiano.

Tu situación podemos considerarla como cómoda, nadie te molesta ni te exige nada. Estas en una especie de limbo espiritual esperando la carroza. Sabes a que me refiero.

Solo acudís al de “arriba” cuando el avión de tu vida entra en turbulencia severa y te pegas algún susto.

Doy por hecho, que tampoco tienes la menor idea de si cuando mueras, te vas al Cielo o al Infierno.

Si eres joven el tema no tiene importancia, pero si estas entrado en algunos años la cosa es diferente.

Probablemente, tal cual me pasó a mí, de pequeño te bautizaron, sin duda de buena fe, creyendo que con el mencionado trámite estaba todo resuelto. Continuando con la analogía del auto, podemos asegurar entonces, que nos patentaron.

Pero pasó el tiempo y ya eres grande.

Sin tener claro por qué ni para qué, de vez en cuando asistís a algún templo cristiano, y, confiando en el líder religiosos de turno, cumplís a pie juntillas con los protocolos de culto que te imponen, por ejemplo misas, reuniones, sacramentos, diezmos, o lo que fuere.

Tienes una semiplena convicción de que el Dios del cual te acuerdas de vez en cuando, aprueba tus actos, por lo tanto, te consideras conforme con vos mismo.

Pero tu CV religioso-espiritual, no termina ahí.

Porque resulta que, además, ayudas a los necesitados, rezas todos los días, levantas las manos cuando cantas, no faltas un solo domingo a la iglesia, y como si esto fuera poco, alguna vez te caíste mágicamente en algún culto por algún motivo desconocido.

¡Inclusive estas convencido de haber sido partícipe de algún milagro! O quizás … ¿Estás recluido o recluida en algún convento?,

Hasta aquí, la primera noticia que tengo para darte no es alentadora, porque según podemos constatar en la propia Biblia, “NADA de lo que hemos mencionado te hace cristiano”.

Y no te engañes, en cientos de otros cultos religiosos, NO cristianos, sus feligreses tienen experiencias similares a las que vos tienes en tu iglesia. Chequéalo.

Pero tu CV espiritual no termina aquí, porque resulta que eres un líder espiritual o pretendes serlo. Te llaman, o te haces llamar apóstol, pastor, cura, profeta, padre, sacerdote, maestro, Papa, o lo que sea.

Y además, te consideras la mejor persona del mundo, no le haces mal a nadie, eres el mejor padre, madre, hijo, empleado, empleador, etc. y además…pagas todos los impuestos.

Pero seguimos con las malas noticias. Tampoco NADA de esto te garantiza ser considerado cristiano.

“Houston…estamos en problemas”

Partiendo de la base de que mi opinión, o la del asesor espiritual que tengas, si bien cuenta, no vale de nada, dado que son seres humanos como vos y yo, y podemos equivocarnos o confundirnos, vayamos a la única fuente de información primaria que tenemos los cristianos.

Vamos a La Biblia.

En Mateo 7:21-23 leemos: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”

Nadie mejor que vos puede decir donde estas parado frente a esta afirmación bíblica.

¿Te crees merecedor de algo? Dios mismo te responde en Romanos 3:23-21: “Por cuantos todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios” …y TODOS…es TODOS, por mal que le pese a alguno.

Si te quedó alguna duda de lo que Dios piensa de nosotros te ayudo con otro versículo:

1ªJuan 1:10 “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Dios mentiroso y su palabra no está en nosotros”

Y si por casualidad, alguna vez, creyendo estar haciendo lo correcto, realizaste algún sacrifico personal pretendiendo ganar con ello la simpatía de Dios, te adelanto que nada de eso tiene que ver con la voluntad de Él.

Leemos en Mateo 9:12-13 “Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”

Llegados a este punto, deberías considerar la posibilidad de que estarías en serios problemas.

Pero no te desesperes. Parece que todas las puertas están cerradas, pero NO.

Te dejo la llave para abrirlas.

Leemos en Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito (Jesucristo) para que todo aquel que en el CREA no se pierda más tenga vida eterna”

No te voy a hacer un dibujito, pero trataré de que te quede claro. Sumaré otro versículo.

Efesios 2:8-9 “Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la Fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios, y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe”

Versículo extraído de La Biblia católica, “El libro del pueblo de Dios”, Ediciones Paulinas. Muy buena versión que recomiendo.

Ahora, busca esa Biblia que tienes arrumbada en algún lugar de tu biblioteca y ocúpate en averiguar si estoy pretendiendo manipularte, o estoy tratando de darte una mano.

Te quiero ver en el Cielo.

Juan Alberto Soraire

Un cristiano del montón